A ver si alguien me puede ayudar a entender este fenómeno…
El viernes salimos a celebrar el “cumpleaños” de una amiga, éramos alrededor de 12 mujeres rumbeando. Todas jóvenes y atractivas, había de donde elegir…desde la más bajita hasta la más alta, de la más elegante a la más sencilla, rubias, morenas, trigueñas. Parecíamos una caja de bombones de todo tipo. Y pueden creer que los únicos levantes con los que salimos esa noche fueron 5 lesbianas sentadas en la mesa de al lado, en la disco habían hombres, solo faltaba la voluntad de ellos. En fin, si decidimos brincar la talanquera sexual al menos por ahí vamos seguras.
Las conclusiones a las que llegó este equipo de mujeres solteras una vez montadas en nuestro vehículo son las siguientes:
* Los valencianos son “especiales” (ubiquen el adjetivo de su preferencia) por eso tenemos que salir a explorar a la capital, a los llanos, al oriente o al occidente del país. Si se cuenta con los recursos se puede salir al exterior. (Georgia agrega que son feos y Claudia que son bajitos).
* Eran tantas mujeres juntas en tan pocos metros cuadrados que dábamos miedo.
*Era una discoteca gay y no nos dimos cuenta a la entrada. Lo cual ya descartamos.
*Las mujeres no sabemos lo que queremos, pero los hombres SON PEOR.
*Valencia es la ciudad de las mujeres hermosas, los hombres complacientes y LAS NARANJAS DULCES.
Dejamos este espacio abierto para otras conclusiones entorno a la velada.
P.D: Separando el conflicto masculino, los martinis que me tome fueron excelentes, bailamos, e hicimos terapia de autoconstructivismo …
domingo, marzo 02, 2008
lunes, febrero 04, 2008
The Sun will Shine ...
Entre las hojas impresas aguarda una historia, palabras que poco a poco se van hilando y creando una historia. Historia que te sumerge, que te desconecta y por segundo eres participe de todo lo que sucede…controlas las hojas, controlas las líneas, más no controlas el tiempo en que tu cerebro se enfrasca en recrear todo aquello que lees; abres y cierras con tus manos una venta a otro mundo.
A medida que transcurren las páginas te preguntas si el amor de Isabel y Willie aguantará todas las tempestades, si Sabrina esa pequeña bebé prematura sobrevivirá, si Isabel se sobre pondrá algún día a la muerte de su adorada hija Paula, si Nico y Celia serán capaces de criar a tres hijos siendo tan jóvenes. En el transcurso de cada hoja busca la esperanza en el fondo de tu alma y das el voto de confianza a cada uno de los protagonistas de la historia.
Ahora cuándo uno es protagonista de su propia vida y no somos capaces de abrir y cerrar los problemas cual novela de García Márquez, y es que todos los personajes vagan en la travesía de los días reales; recrear en la imaginación un pedazo de esperanza resulta tan difícil. Cómo puede uno tener esperanza por personajes que ni conoce y por uno mismo le cuesta tanto creer que el mal tiempo pasará. Llenos de escepticismo y hasta poca fe en el cosmo pasan las horas, siempre como un espectador pasivo, siempre como quien mira y sus manos están atadas, siempre como esperando a que el milagro ocurra. Siempre como esperando a que el día de hoy pase y el de mañana el sol brille.
A medida que transcurren las páginas te preguntas si el amor de Isabel y Willie aguantará todas las tempestades, si Sabrina esa pequeña bebé prematura sobrevivirá, si Isabel se sobre pondrá algún día a la muerte de su adorada hija Paula, si Nico y Celia serán capaces de criar a tres hijos siendo tan jóvenes. En el transcurso de cada hoja busca la esperanza en el fondo de tu alma y das el voto de confianza a cada uno de los protagonistas de la historia.
Ahora cuándo uno es protagonista de su propia vida y no somos capaces de abrir y cerrar los problemas cual novela de García Márquez, y es que todos los personajes vagan en la travesía de los días reales; recrear en la imaginación un pedazo de esperanza resulta tan difícil. Cómo puede uno tener esperanza por personajes que ni conoce y por uno mismo le cuesta tanto creer que el mal tiempo pasará. Llenos de escepticismo y hasta poca fe en el cosmo pasan las horas, siempre como un espectador pasivo, siempre como quien mira y sus manos están atadas, siempre como esperando a que el milagro ocurra. Siempre como esperando a que el día de hoy pase y el de mañana el sol brille.
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