Después de meses de ausencia he decidido volver, últimamente sólo hago un ejercicio: Leer y de cierta forma he relegado la escritura, así que por petición del público regreso a contarle mis aventuras de Cuaimi Amigas… La mejor manera de hacerlo es reinaugurando el blog con una linda cartica enviada por la señorita Pinto. Espero que la disfruten tanto como yo…
Tod@s tenemos malos y buenos días pero con las personas adecuadas siempre los terminamos gozando al máximo.
Cuando no se tiene un libro para leer, y transcurre un sábado tan monótono como el de hoy, las neuronas hacen que no deje de pensar en el ayer y el mañana, en lo que hice y lo que haré, hoy me tocó analizar mi comportamiento, empezando por el de días recientes hasta el de hace 21 años (o hasta donde alcanzó mi memoria).
No sé por qué razón, siempre resulta más sencillo decir que detesto a alguien a decirle a un ser especial que lo quiero, estas líneas espero sirvan para revindicar mi conducta con esos especiales seres quienes, sin que sea parte de sus obligaciones lidian con mi mal humor, pataletas, comentarios ácidos, entre otras conductas no muy bonitas (ustedes saben cuales) y que pocas veces reciben a cambio un muy merecido “TE QUIERO”.
Una simple frase compuesta por un pronombre y un verbo, palabras nada complicadas, ni desconocidas, pero por alguna razón cada vez que se asoman, y mis labios intentan pronunciarlas, por alguna razón se tergiversan siendo otros los sonidos al final emitidos.
No sé por qué razón, siempre resulta más sencillo decir que detesto a alguien a decirle a un ser especial que lo quiero, estas líneas espero sirvan para revindicar mi conducta con esos especiales seres quienes, sin que sea parte de sus obligaciones lidian con mi mal humor, pataletas, comentarios ácidos, entre otras conductas no muy bonitas (ustedes saben cuales) y que pocas veces reciben a cambio un muy merecido “TE QUIERO”.
Una simple frase compuesta por un pronombre y un verbo, palabras nada complicadas, ni desconocidas, pero por alguna razón cada vez que se asoman, y mis labios intentan pronunciarlas, por alguna razón se tergiversan siendo otros los sonidos al final emitidos.
Estas palabras dedicadas a esas personas que me prestan su hombro para secar las lágrimas que no me gusta hacer públicas, y este año se hicieron más presentes que de costumbre. Para las que en medio de su locura me ayudan a superar los tropiezos de la vida. Para las que comprenden que “some times talking is overrating” y las que, aun que yo así no lo quiera, encuentran la manera de hacerme exponer mis sentimientos y preocupaciones, haciéndome ver que no todo es tan malo, que aun tengo salvación.
Sin importar la frecuencia con la que nos reunamos, si nos vemos a diario, una vez al mes, cada cuatro años o just one on a lifetime, se que no estoy sola, que cuento con ustedes tanto para buenas como para malas. En mas de una oportunidad, cuando siento que mi mundo se derrumba son ustedes, esos rostros amigos que caminan a mi lado los que me hacen ver que no es mas que una pequeña sacudida a lo que me estoy enfrentando.
Es así como me pregunto al final de una noche de rumba, una vino-terapia, una salida al cine, una charla por el msn, o un simple pero valorado encuentro, cómo es que no soy capaz de dejar salir esas palabritas ese TE QUIERO que desde hace rato se han ganado y merecido recibir.
Y es que, cómo no decir TE QUIERO a mis compañeros de camino.
Cómo no decir TE QUIERO a los que tienden la mano cuando estoy en el suelo.
Cómo no decir TE QUIERO a quienes con su ejemplo me impulsan a seguir adelante.
Cómo no decir TE QUIERO a esas personas que sin pedir nada a cambio me han permitido entrar en sus vidas.
Cómo no decir TE QUIERO a todos los que truene, llueva o relampaguee, siguen a mi lado.
Cómo no decir TE QUIERO a una persona como TÚ.
Beatriz...